Friday, March 27, 2015

El suicidio de los delfines, el suicidio de las ballenas, el suicidio de los hombres….

Mi más profundo pesar por todas y cada una de las muertes de los pasajeros del avión siniestrado esta semana. Especialmente por la de los dieciséis muchachos que estaban comenzando a vivir. No hay palabras que puedan expresar la profunda tristeza que siento y el dolor que embarga mi alma cuando pienso en ellos; tanto que ni siquiera deseaba escribir sobre el tema. Si me he decidido a hacerlo es porque considero que el motivo aducido: el suicidio del copiloto, es confuso. No sé si porque realmente lo es o porque todos nosotros estamos tan consternados en este instante que nuestra mente se opone a aceptar la realidad. No lo sé. Sinceramente no lo sé. 

Mi opinión sin embargo es que hay que empezar a investigar otras cuestiones como son, por ejemplo, la influencia electromagnética en los sistemas tanto electrónicos como humanos, la influencia de los satélites artificiales y de las diversas ondas en los comportamientos de las máquinas y de los cerebros. Habría que empezar a considerar otras causas igual de válidas e igual de razonables, que puedan explicar el origen de los extraños fenómenos que parecen afectar al conjunto de los seres del planeta: electromagnetismo, por ejemplo. Hace poco un piloto tuvo que apagar los ordenadores porque le estaban mostrando un camino que le hubiera conducido directamente al vacío. Su experiencia y su desconfianza a lo que las máquinas tan claramente le señalaban, evitó una tragedia más que segura. Hace poco también un avión desapareció sin dejar huella y, curiosamente, sin que los radares ni los satélites pudieran localizarlo. Ni siquiera la tan temida NSA lo consiguió.
No es sólo esto:
Julio de 1980: unas sesenta ballenas acuden a morir a una playa australiana. No es el único caso. Este fenómeno lleva observándose desde hace más de veinte años.
Octubre de 2007: unos ciento cincuenta delfines acuden a morir a una playa de Irán. Tampoco se trata de un hecho aislado.
Enero de 2011:  extraña muerte de pájaros y peces en Arkansas. Se baraja la posibilidad de suicidio, enfermedad e incluso reacción ante el pánico provocado por fuegos artificiales. Se desestima un posible envenenamiento porque la muerte afecta única y exclusivamente a una especie.

Se dice que los suicidios de las ballenas y de los delfines son colectivos.
Las mismas razones que los científicos han proporcionado en el caso de los suicidios colectivos de las ballenas y de los delfines ¿pueden explicar también el caso del suicidio humano? ¿Puede ser que el “jefe” del grupo de las ballenas y delfines haya decidido lo que decidió el copiloto en su cabina? Esto es: ¿lanzar a toda su comunidad a la muerte y a él con ella?

Ese terrible principio de identidad “a” es igual a “a” contra el que constantemente mi alma se rebela pero que no deja de emplearse en la sociedad por lo útil que resulta para aclarar rápidamente lo que de otro modo exigiría largas y complicadas investigaciones y arduos razonamientos, queda ahora ignorado. Nadie se atreve a apelar a él, a pesar de que en los colegios se enseña que el hombre pertenece al reino de la Naturaleza y de que el hombre es un animal; a pesar de que los medios de comunicación se complacen una y otra vez en mostrar y demostrar que los animales tienen comportamientos “humanos”:  que saben sumar y restar y que violan a otras especies distintas a las suyas.

Precisamente por eso, porque nadie ahora se decide a usar el principio de identidad del que diariamente tanto se abusa, me veo obligada a sacarlo yo a colación. Es mi intención llamar la atención sobre determinados fenómenos a fin de que la investigación no se simplifique.Si alguna vez el hombre y el animal estuvieron cerca, nunca más que nuestros días. Conviene no olvidarlo justo en el instante en que se hace necesario tenerlo en cuenta.

En el caso del suicidio de los delfines, algunos científicos han determinado que su muerte es consecuencia de la violencia que han sufrido por parte de los pescadores. En Irán la mayoría de los cuerpos mostraba cortes y golpes por todo el cuerpo. Otros científicos, sin embargo, están convencidos de que se trata de un suicidio colectivo real. En el caso de las ballenas, la explicación aducida ha sido radical: se debía a un fallo de su mecanismo ultrasónico. En cambio, en lo que se refiere al evento humano se busca la depresión. Una profunda depresión que curiosamente no fue encontrada cuando estaba vivo y se le descubrirá después de muerto.

Sí.

Sin duda encontrarán los investigadores signos de depresión en el copiloto. Pero respondan con sinceridad: ¿quién a lo largo  de su existencia no ha sufrido alguna vez lo que se puede considerar un malestar psico-emocional? Muchos la sufren en silencio, algunos buscan alivio en la bebida, la droga, o en las diversiones de masa,  otros se desahogan con sus familiares y amigos y no faltan, por último, los que confían en los llamados “expertos” y acuden al psicólogo, al psiquiatra y últimamente al “coach”. 

Mi pregunta a la vista de los últimos resultados: ¿para qué visitar al médico, mucho menos al psiquiatra, cuando alguien quiere mantener en secreto su enfermedad? Y si  alguien de su entorno fue el que le aconsejó que lo hiciera ¿cómo es posible que se haya podido salvaguardar la confidencialidad? ¿Cómo es posible que nadie, absolutamente nadie, notara ningún sintoma, ningún cambio en su forma de ser? No estamos hablando de hombres solitarios encerrados en su habitación veinticuatro horas al día. No estamos hablando de jóvenes que están enganchados a juegos de ordenador. No estamos hablando de perdedores ni de fracasados. Estamos hablando de un joven de veintiocho años de edad que se dedicaba a lo que le gustaba y socialmente activo: miembro de un club, trabajo, familia...

Nadie había notado nada. Por lo menos hasta ahora.

A partir de ahora, ya no cuenta. Ya no sabremos si es que los que le conocían se han decidido a contar la verdad que mantenían oculta en sus corazones o se trata de una manipulación colectiva debido a los terribles acontecimientos.

En cualquier caso ¿No resulta todo esto asombroso?

Admitámoslo: la depresión que sufría el copiloto tenía que ser de tal embergadura que le condujera a precipitarse en la muerte sin ni siquiera considerar las otras vidas que de él dependían. Y si no era una depresión, por fuerza debía de tratarse de algún tipo de psicopatía que le determinara a actuar como si fuera Dios: señor sobre la vida y la muerte. Tal vez sufrió un ataque de pánico; quizás una alucinación pasajera que le hizo pensar que en vez de un avión estaba volando en su avioneta del club y que podía, por tanto, pasar por en medio de las montañas fácilmente. O simplemente  era un kamikaze sin causa. Lo más curioso es que ahora, precisamente ahora, nos enteramos que no se qué escuela de vuelo lo declaró no apto para la aviación, que estaba en tratamiento psiquiátrico y nadie lo sabía y que su novia lo había dejado el día anterior.

¿Queda algo más? Los datos son tantos que no dejan lugar a dudas. De hecho, hay una inflación de pruebas ¿No resulta todo esto asombroso?

La principal pregunta sigue siendo por qué nadie vió lo que ahora todos sin excepción ven y verán tan claramente.

¿Qué importa la respuesta?

Es más fácil, desde luego, afirmar que el co-piloto sufría de depresión.

Al fin y al cabo viene a significar que el copiloto, al igual que los delfines, llevaba cortes y golpes; no en su cuerpo pero sí en su alma, que él había aprendido a ocultar hasta que fue demasiado tarde para curarlos.

O que su sistema ultrasónico, como en el caso de las ballenas, no le funcionaba.

O que, como les pasó a los peces y aves de Arkansas, sufrió un ataque de pánico.

El motivo real se desconoce.

Quedar, quedan los muertos.

Descansen todos ellos en paz.


Isabel Viñado Gascón.


Wednesday, March 25, 2015

Andaluces, levantaos



Introducción

Quevedo era el que en su tiempo andaba preguntándose si había algún espíritu valiente, si siempre había de sentirse lo que se decía, si nunca había de decirse lo que se sentía. La respuesta contundente le llegó siglos más  tarde en forma de obra de teatro y a través de Brecht. En efecto: el autor alemán comenzaba afirmando en su obra “La vida de Galileo Galilei” la obligación de publicar la verdad para terminar reconociendo que la vida – la vida sin más- era más importante que la verdad, por muy científica y objetiva que ésta fuese. En cambio, mi paisano Miguel Servet, no tuvo inconveniente en sacrificar la suya en la hoguera calvinista con tal de defender sus indemostrables convicciones teológicas. Y es que como bien dijo el torero: "Hay gente pa tó."

En nuestros días, la inquisición religiosa ha sido sustituida por la no menos inquisitorial y no menos subjetiva “opinión pública”. No me molesta tanto lo de opinión como lo de “pública”, porque a mí algunos conceptos genéricos como “público”, “todo el mundo”, “la gente”, se me antojan sumamente fantasmales. Dicen que existen, pero ¿quién es el único qe los ve?: “Nadie”.

Aclaro esto porque hoy mi comentario va de “himnos”, y el tema de los himnos a muchos les resulta sumamente sagrado. Para ser sinceros a mí, también. En mi opinión – que no es pública aunque esté publicada, sino mía y sólo mía – un himno expresa el sentir colectivo del pueblo al que pertenece. No es simplemente el símbolo de la unidad de un colectivo  y de su pertenencia a él. Es, sobre todo, la expresión de los ideales de ese grupo de personas, de sus aspiraciones, de sus sueños e incluso de sus miedos y temores.

Por eso me he dedicado a recorrer los himnos de las autonomías que, por unos u otros motivos,  mejor conozco: Vascongadas-País Vasco- Euskadi, Cataluña-Catalunya, Aragón y Andalucía-Al Andalus. 
Tengo que advertir que este comentario es profundamente sincero - o sea: políticamente incorrecto - y no tiene ninguna pretensión más allá de la de ser un simple comentario personal sobre aquellos aspectos de la actualidad cotidiana que me asombran. De ahí justamente el nombre de este blog: “desde el asombro”.

Hoy, sin embargo, debo confesar que más que asombrada estoy perpleja.

Nada más lejos de mi deseo, a pesar de mi incorreción política,  que el de herir susceptibilidades.

Nada más cerca de mi intención que el de incitar a la reflexión individual.

Cataluña-Catalunya
A pesar de lo que algunos crean, el contenido de la letra del himno de Cataluña, es bastante modesto . Dos son las ideas que deja traslucir: el deseo de los catalanes de volver a disfrutar de la prosperidad que una vez les caracterizó y la defensa del territorio.
Para conseguirlo, ella misma se basta y se sobra para vencer a cualquiera que se le ocurra ir a invadirla. El himno catalán es un llamamiento a los ciudadanos a proteger lo suyo.Cataluña no pide ayuda a nadie, mucho menos a la Humanidad.
Les segadors
Catalunya, triomfant,
tornarà a ser rica i plena!
Endarrera aquesta gent
tan ufana i tan superba!

Bon cop de falç!
Bon cop de falç, defensors de la terra!
Bon cop de falç!

Ara és hora, segadors!
Ara és hora d'estar alerta!
Per quan vingui un altre juny
esmolem ben bé les eines!

(tornada)

Que tremoli l'enemic
en veient la nostra ensenya:
com fem caure espigues d'or,
quan convé seguem cadenes!

(tornada)


Castellano
Cataluña, triunfante,
¡volverá a ser rica y llena!
¡Atrás esta gente
tan ufana y tan soberbia!

¡Buen golpe de hoz!
Buen golpe de hoz, ¡defensores de la tierra!
¡Buen golpe de hoz!

¡Ahora es hora, segadores!
¡Ahora es hora de estar alerta!
Para cuando venga otro junio
¡afilemos bien las herramientas!

(estribillo)

Que tiemble el enemigo
al ver nuestra enseña:
como hacemos caer espigas de oro,
cuando conviene segamos cadenas

(estribillo)
(Fuente: Wikipedia)

Vascongadas- País Vasco- Euskadi
Los vascos no se ponen de acuerdo con su himno. A mí, personalmente, el que más me gusta es el más antiguo:  “El canto al árbol de Guernika”. Y esto por varias razones: primero, porque creo que en una cultura milenaria como la vasca, los árboles son más que árboles; segundo, por el profundo amor que sé que los vascos sienten por el paisaje de su tierra y por sus caseríos y tercero, por su conocido fervor religioso. Dios plantó el árbol y ellos, todos juntos, lo sostendrán. La letra del himno constata la sinceridad de los vascos: quieren el fruto del árbol tanto como quieren la paz y muestra también su carácter generoso: el vasco desea igualmente frutos para la tierra del otro.

Para conseguir sus objetivos ¿para qué llamar a la Humanidad si es Dios quien les va a ayudar a ellos a sostenerlo?

Gernikako Arbola
Gernikako arbola
da bedeinkatua
Euskaldunen artean
guztiz maitatua.
Eman ta zabal zazu
munduan frutua
adoratzen zaitugu
arbola santua
Mila urte inguru da
esaten dutela
Jainkoak jarri zuela
Gernikako arbola.
Zaude bada zutikan
orain da denbora
eroritzen bazera
arras galdu gera
Ez zera eroriko
arbola maitea
baldin portatzen bada
Bizkaiko Juntia.
Laurok hartuko degu
pakian bizi dedin
euskaldun jendia.
Betiko bizi dedin
Jaunari eskatzeko
jarri gaitezen danok
laister belauniko.
Eta bihotzetikan
eskatu ezkero
arbola biziko da
orain eta gero.
Arbola botatzia
dutena pentsatu
denak badakigu.
Ea bada jendia
denbora orain degu
erori gabetanik
eduki behar degu.
Beti egongo zera
uda berrikoa
lore aintzinetako
mantxa gabekoa.
Erruki zaite bada
bihotz gurekoa
denbora galdu gabe
emanik frutua.

Arbolak erantzun du
kontuz bizitzeko
eta bihotzetikan
Jaunari eskatzeko,
gerrarik nahi ez degu
pakea betiko,
gure lege zuzenak
hemen maitatzeko.
Erregutu diogun
Jaungoiko Jaunari
pakea emateko
orain eta beti.
Eman indarra ere
zerorren lurrari
eta bendezioa
Euskal Herriari.
El árbol de Guernica
Bendito es el Árbol de Gernika,
amado por todos los euskaldunes.
Da y extiende tu fruto por el mundo,
te adoramos, Árbol sagrado.
Hace unos mil años que se dice
que Dios plantó el Árbol de Gernika.
Manténte en pie ahora y siempre,
si caes estamos perdidos.
No caerás, Árbol querido,
si la Junta de Bizkaia se porta.
Nos uniremos a ti las cuatro provincias
para que viva en paz la grey éuscara.
Arrodillémonos todos para pedir al Señor
que nuestro Árbol viva para siempre.
Y si se lo pedimos de corazón,
el Árbol vivirá ahora y siempre.
todos sabemos
que han planeado tumbar el Árbol.
Ea, paisanos, esta es nuestra hora,
mantengámoslo en pie sin que se caiga.
Vivirás siempre en primavera,
antigua flor sin mancha.
Apiádate de nosotros, querido Árbol,
danos tu fruto sin perder más tiempo.
El Árbol nos responde que vivamos alerta
y que se lo pidamos a Dios con fervor.
No queremos guerra, sino paz duradera
para que se respeten nuestras rectas leyes.
Pidamos a Dios nuestro Señor
que nos conceda paz ahora y siempre,
y que dé también fuerza a tu tierra

(Fuente: wikipedia)
Lo repito: un himno magnífico donde los haya.
Sin embargo, muchos consideraron que este himno no se amoldaba a los nuevos vientos, más agresivos que los anteriores. Así que existe otro en el que se convierte a los ciudadanos no en defensores, como hacen los catalanes, sino en guerreros; no se trata de luchar contra cualquier invasor, como prometían aquéllos, sino contra los fascistas. 

Pudo ser actual en su momento. 

A la larga sin embargo, un himno que centra su objetivo en declarar la guerra al fascista me parece insuficiente: ni son todos los que están ni están todos los que son. O lo que es lo mismo: puede darse el caso que no todos los invasores sean fascistas; ni todos los fascistas, invasores.
Eusko Gudariak gara
Euskadi askatzeko,
gerturik daukagu odola
bere aldez emateko.
Irrintzi bat entzun da
mendi tontorrean
goazen gudari danok
Ikurriñan atzean.
Faxistak datoz eta
Euskadira sartzen
goazen gudari danok
gure aberria zaintzen...
Somos los guerreros vascos
para liberar Euskadi,
Estamos dispuestos a dar
nuestra sangre por ella.
Se oye un "irrintzi" (grito particular de llamada)
en la cumbre:
¡Vamos todos los guerreros
detrás de la Ikurriña!
Vienen los fascistas
a entrar a Euskadi.
¡Vamos todos los guerreros
a cuidar de nuestra patria!
(Fuente: Wikipedia)

Al final y para zanjar disputas, a los vascos no les ha quedado más remedio que decidirse por un himno  sin letra.
Este es el primer asombro de los asombros a los que he tenido que enfrentarme hoy:
¡Vivir para ver! Una tierra de coros y corales magníficos y su himno oficial no tiene letra.
Francamente: ¡Hay cosas que claman al cielo!

Aragón
Aragón sabe de su soledad y por eso se contenta con que no se le olvide. Es consciente de que está hecho a la medida de hombres y de mujeres y no de dioses; de ahí que el trabajo, el afán, resulte imprescindible. En la letra de su himno reconoce que el esfuerzo es lo único que puede ayudarle a expander unos ideales que sólo a él le pertenecen. Y es que el aragonés no quiere dar a conocer “la” razón sino “su” razón, no “la” verdad sino “su” verdad.
Uno se pregunta si el afán aragonés  por propagar ambas no irá acompañado de algún garrote. Garrote no hay ninguno, pero no por falta de ganas seguramente, sino por falta de tiempo: que la cosecha espera, que hay que preparar la boda de la Genoveva, que nos vemos en el baile de esta noche...
Ya lo dice el himno: Aragón es un pueblo grande.

A los aragoneses nunca se les ocurriría pedir que por su libertad fueran España y la Humanidad. Nada de Humanidad, nada de España. Aragón: Mi pueblo, mi patria, mi razón.

Nos ha llevado el tiempo al confín de los sueños. 
Un nuevo día tiende sus alas desde el sol. 
Oh tambores del cierzo, descorred ya las nubes, 
y a las cumbres ascienda la voz. 

El paso de los siglos trazó su destino 
que llama a la justicia y a la libertad. 
Germinarán los campos, abiertos a sus cielos, 
con la verde espiga, los racimos de oro 
y el inmarchitable olivo de la paz. 

¡Luz de Aragón, torre al viento, campana de soledad! 
¡Que tu afán propague, río sin frontera, tu razón, tu verdad! 
Vencedor de tanto olvido, memoria de eternidad, 
pueblo del tamaño de hombres y mujeres, ¡Aragón, vivirás! 

Resplandece el tiempo; 
llega ya la edad, 
para que la piedra 
sea manantial, 
de enlazar nuestras vidas 
y entonar las voces. 

Desde las blancas cimas donde duerme la nieve 
hasta los llanos rojos que mece el aire azul, 
un claro cielo enciende, con la frente en el agua, 
sus coronas radiantes de luz. 

Abramos las ventanas, que cante la noche, 
y al ritmo de la vida, en rueda de amor, 
se estrecharán las almas, cogidas de la aurora. 
Brille la esperanza, se abran los caminos 
en la tierra grave como un corazón. 

¡Luz de Aragón, torre al viento, campana de soledad! 
¡Que tu afán propague, río sin frontera, tu razón, tu verdad! 
Vencedor de tanto olvido, memoria de eternidad, 
pueblo del tamaño de hombres y mujeres, ¡Aragón, vivirás! 

¡Tierra abierta, pueblo grande, Aragón! 
¡Patria mía, patria mía, Aragón!
¡Luz de Aragón, torre al viento, campana de soledad! 
¡Que tu afán propague, río sin frontera, tu razón, tu verdad! 
Vencedor de tanto olvido, memoria de eternidad, 
pueblo del tamaño de hombres y mujeres, ¡Aragón, vivirás! 

¡Tierra abierta, pueblo grande, Aragón! 
¡Patria mía, patria mía, Aragón!
(Fuente www.musica.com)
Sin embargo, el aragonés – igual que el vasco y el catalán- tiene una vena revolucionaria, justiciera y libertaria que no le deja descansar en paz. Así que tiene un segundo himno no oficial pero popular en el que se dice que el ideal es una tierra en la que ponga el cartel de libertad. 
Los vascos oraban a Dios. En cambio el aragonés alza la cabeza y pregunta sorprendido: ¿Para qué pedir a Dios lo que es cosa de hombres? Aquí no hay oración que valga.
Por muy revolucionario que este segundo himno parezca, en el fondo repite lo mismo que el oficial: las únicas herramientas para convertir un objetivo en realidad son el trabajo conjunto, el tiempo y la constancia. Aunque nosotros no lleguemos a ver el objetivo cumplido, hay que seguir esforzándose para lograrlo.
El aragonés - tranquilo por costumbre, tozudo por constitución y crédulo de tan desconfiado -   no se apoya más que en él, en sus fuerzas, y en sus amigos del pueblo. 
A diferencia de sus vecinos catalanes y vascos, el aragonés no libra una batalla. El aragonés hace un camino, y está contento cuando no tiene que hacerlo solo.
Himno popular de Aragón. Compuesto por Labordeta
Habrá un día en que todos al levantar la vista,
veremos una tierra,
que ponga libertad.


Hermano aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad


Haremos el camino
en un mismo trazado,
uniendo nuestros hombros
para así levantar
a aquellos que cayeron
gritando libertad


Habrá un día en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra,
que ponga libertad.


Sonarán las campanas
desde los campanarios
y los campos desiertos
volverán a granar
unas espigas altas
dispuestas para el pan.


Para un pan que en los siglos
nunca fue repartido
entre todos aquellos
que hicieron lo posible
por empujar la historia
hacia la libertad


Habrá un día en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra,
que ponga libertad.


También será posible
que esa hermosa mañana
ni tú, ni yo, ni el otro
la lleguemos a ver;
pero habrá que forzarla
para que pueda ser.


Que sea como un viento
que arranque los matojos
surgiendo la verdad,
y limpie los caminos
de siglos de destrozos
contra la libertad.


Habrá un día en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra,
que ponga libertad.
(Fuente: wikipedia)

Andalucía- Al Andalus

Y llegamos al himno de Andalucía,  uno de los más sorprendentes que conozco.

En el caso de Andalucía, tierra y madre de grandes poetas, la letra de su himno entraña – siempre desde mi humilde opinión- un grave error: el de habérsela confiado a un político-notario que, por muy musicólogo que fuera, seguía siendo un político-notario, en vez de haberla dejado en manos de alguno de los geniales líricos andaluces que consiguen con las palabras lo que otros alcanzan con los pinceles: la perfección artística.

Reconozcámoslo: aquél político era, como político, magnífico; como letrista: una catástrofe.

La bandera blanca y verde
vuelve, tras siglos de guerra,
a decir paz y esperanza,
bajo el sol de nuestra tierra.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!
Los andaluces queremos
volver a ser lo que fuimos
hombres de luz, que a los hombres,
alma de hombres les dimos.
¡Andaluces, levantaos!
¡Pedid tierra y libertad!
¡Sea por Andalucía libre,
España y la Humanidad!5
(Fuente: Wikipedia)

Si analizamos el himno andaluz, observamos que en parte se parece al himno catalán.

-          Los catalanes querían su riqueza pasada; los andaluces: volver a ser lo que fueron. Esto es: hombres de luz, que a los hombres, almas de hombres les dieron.

Si esto, en vez de escribirlo los andaluces, lo hubieran escrito los catalanes no habría hecho falta esperar demasiado antes de que una multitud de voces indignadas los hubieran calificado de chauvinistas. Y ese, seguramente, hubiera sido el adjetivo más suave. 
En cambio, muchos piensan que como lo han hecho los simpáticos andaluces que sólo hablan castellano y no incordian con el independentismo, no hay que preocuparse demasiado por el  tema: “es simplemente un himno”, dicen, “tampoco hay que ser tan quisquilloso.”

A mi modo de ver - y aunque no se hable mucho del tema  Andalucía- Al Andalus es una región con sólidas raíces independentistas. A decir verdad, tanto como puedan serlo las de Cataluña-Catalunya y las de Vascongadas-País Vasco-Eukadi. Andalucía no ha seguido su misma estrategia  por falta de tradición y por falta de posibilidades, pero el germen está ahí y es importante no ignorar este hecho. 
El sentimiento de que Andalucía ha sido la olvidada, la explotada y la gran marginada de España está profundamente arraigado en una gran parte de su población. Francamente, ignoro si esta cuestión tiene solución. Como todos sabemos, los sentimientos son difíciles de explicar y difíciles de extirpar. A veces se niegan y se reprimen; otras se subliman. El sentimiento, persiste y persiste en silencio hasta que un día, no se sabe ni cómo ni por qué, explota.

-          Y al igual que los otros himnos autonómicos que hemos comentado anteriormente, también el himno andaluz exhorta a sus ciudadanos a hacer algo: “¡Andaluces, levantaos!”, dice.

El problema, el gran problema del himno andaluz es, en mi opinión,  lo que le sigue a ese “¡Andaluces, levantaos!”: “Pedid tierra y libertad.”

¿Cómo que “pedid”? ¿Pedid a quién? Y ese “quién” ¿lo va a querer dar? ¿Pedid? ¿A qué pueblo glorioso y orgulloso de sí mismo se le ocurre pedir lo que por derecho le corresponde? ¿Qué pueblo pide la tierra y la libertad que son suyas? Y sobre todo ¿a quién se le ocurre decir que sean por Andalucía libre, España y la Humanidad? 
La letra del  himno olvida primero, que Andalucía es España y segundo, que quienes le arrebatan la tierra y la libertad a Andalucía no son los marcianos venidos de otros mundos sino hombres de carne y hueso.

Fiarse de la Humanidad, resulta siempre peligroso, no vaya a ser que al final sea la Humanidad la que se apropie de lo en principio venía tan gentilmente a devolvernos.

¿De verdad alguien cree que un cambio de partido político solucionará la terrible y trágica crisis económica de Andalucía, Terrible y trágica porque es una de las regiones más ricas de España, por no decir, la que más?

¿De verdad alguien lo cree?

Andaluces, levantaos.

El problema andaluz es el problema de la letra del himno.

Ese “pedid tierra y libertad”, que no da ninguna importancia al esfuerzo personal;  ese “sean por Andalucía libre, España y la Humanidad”, que da a entender que ella sola no puede conseguirlo y necesita la ayuda y la aceptación de todo el mundo, Humanidad incluida, eso –todo eso-  clama al cielo y quema el alma.

Con mis mayores respetos:

Creo que habría que considerar el cambio de la letra del himno.

Esa no conduce a buen puerto.

Isabel Viñado Gascón



Thursday, March 19, 2015

Cervantes y Varoufakis

Imagino la sorpresa dibujada en sus rostros. Qué tienen en común, me preguntarán ustedes, un brillante escritor y un ministro de Hacienda, un hombre del Renacimiento y un hombre de la Revolución digital, un español y un griego.
Llegados al punto de las nacionalidades, tal vez se atrevan a contestar tímidamente que la comida, el sol, el mar o tal vez una compartida animadversión hacia los turcos.

No. No es nada de eso.

Lo que les une es su paciencia. Seguramente santa en el uno y atea en el otro, pero paciencia al fin y a cabo.

Y es que desde luego paciencia es lo que tiene que tener Cervantes para soportar que ni siquiera ahora, después de llevar siglos enterrado en una fosa común, le dejen descansar en paz.
¿Tan importante es resolver esa cuestión?  ¿Tanto aportará a la literatura y a los biógrafos que se consiga reconstituir el esqueleto de Cervantes? 
Debe de serlo cuando a un país en el que sólo unos pocos han leído el Quijote, le obligan a concentrarse, justo en año de elecciones, en los huesos de quien lo escribió
¿Y qué hay del derecho de los otros hombres que han sido enterrados en su misma tumba a que su eterno reposo sea respetado?

Paciencia, hermano, le susurra Cervantes a la calavera de al lado.

Paciencia y mucha es la que ha demostrado Varoufakis al comprobar que tras su intervención en uno de los programas más prestigiosos de la televisión alemana, la única discusión que se generó entre la población fue la de si durante su discurso pronunciado en el año 2013 en Croacia  hizo o no hizo una peineta a los alemanes.
Varoufakis asegura que no; los videos, dicen que sí. 
Dilucidar esta cuestión ¿servirá para solucionar la crisis griega y las tensiones en Europa?

Paciencia, compañero le susurra Varoufakis a su amigo Tsipras.

Cervantes y Varoufakis han demostrado Paciencia.

España y Alemania sentido del humor.

¿Quién dijo que los alemanes no lo tenían? Estos dos últimos días han dado prueba fehaciente de ello. El tema nacional no era la crisis, ni Ucrania, ni los yihadistas, ni siquiera las protestas callejeras en Frankfurt a causa de la inauguración del Banco Central Europeo.

No.

Lo que les ha mantenido en vilo ha sido la peineta de Varoufakis. Peineta, sí; Peineta, no. El video emitido durante el prestigioso programa no dejaba lugar a dudas. Las dudas surgieron cuando un cómico admitió haber trucado, con ayuda de su equipo, el video mostrado. ¿Quién tenía razón? La intervención del cómico no era simplemente una confesión;  era además una sátira contra todos esos presentadores estrellas que se creen a sí mismos fantásticos y que utilizan su fuerza para manipular en uno u otro sentido; era asimismo una feroz crítica contra todos esos espectadores que no se interesan por las cuestiones verdaderamente importantes sino por cuestiones baladíes como la de la peineta. Para el Müller y el Schmidt de turno, lo más importante de la crisis griega es... ¡la peineta!

Pues bien. No. El cómico no ha falseado ningún video. El video que ha mostrado el cómico explicando cómo había trucado el video emitido por el prestigioso programa, es falso.

Los alemanes se han reído de Varoufakis, del video, del cómico y al final se han reído de sí mismos.

Los alemanes han comprendido.

Lo importante es saber cuándo y cómo se solucionará la crisis.

La peineta de Varoufakis es sólo eso: una peineta.


Estoy segura de que a Cervantes también le gustaría hacer una peineta, y de las grandes.

Pero no a los alemanes, que no le han hecho nada.

¡A sus compatriotas!

Por majaderos, por aguafiestas ¡Y por revienta tumbas!
Aquí no hay quien descanse en paz. Por no respetar no se respeta ya ni el  R.I.P de los muertos.

Sí. Lo se...

Es ese extraño sentido del humor que caracteriza a los españoles...

Siempre un poco negro.

Isabel Viñado Gascón.







Wednesday, March 18, 2015

Divagaciones sobre la victoria electoral de Netanyahu en Israel

Normalmente uno habla sobre lo que sabe. Cuando no sabe, lo mejor es aprender y mientras tanto, callar.

Sabio consejo.

Si se siguiera, este mundo sería mucho más silencioso.

Mis conocimientos sobre el Israel moderno son escasos, por no decir nulos.

Pero en este caso, informarse no tiene sentido.

La polarización de los diferentes medios de comunicación es demasiado radical.

Las noticias que al respecto me llegan son ecos confusos y superpuestos de voces lejanas.

Por eso tal vez, tampoco callarse tenga sentido.
Un eco más.

Divaguemos, pues.

Es lo que todos hacen.

Netanyahu ha ganado las elecciones en Israel.

Otra vez.

“Der Spiegel” está convencido de que en Israel ha ganado el miedo, el miedo a la constitución de un estado Palestino, de que Netanyahu conducirá a Israel al aislamiento, en política internacional y a la división interna, en política nacional.

¿Cómo puede atreverse a contradecir al Spiegel alguien que, como yo, no tiene ni idea del asunto?

Es de necios, soy consciente de ello.

Pero tampoco lo es menos creer que lo que los periodistas del “Der Spiegel” han considerado en su artículo, no ha sido considerado ya previamente por los propios electores israelíes que son, al fin y al cabo, los que van a sobrellevar el resultado de las votaciones.

Nietzsche señalaba en su obra “ Sobre la Utilidad y Perjuicio de la Historia para la vida”, que el olvido era importante en el proceso histórico. Entre otras cosas, porque ello permitía continuar el camino hacia delante. Si uno se quedaba en el pasado – tanto glorioso, como humillante – no podía concentrarse en la realización del presente. Para comprenderlo en su justa medida, hay que recordar que tales palabras fueron escritas antes de las dos Guerras Mundiales. El “olvido” en Nietzsche va encaminado a facilitar la acción del individuo y a liberarse del sentimiento sea de orgullo inactivo, porque los méritos logrados han creado la ilusión de que ya todo se ha conseguido y ya no es necesario seguir, sea del fracaso derrotista, que considera inútil el inicio de cualquier proyecto porque, anclado como se encuentra en los errores cometidos anteriormente, está convencido de que ninguno alcanzará el éxito. Nietzsche, en cambio, afirma que la acción no se acaba en un punto. Hace falta seguir y hace falta seguir cargando con lo que nos resulte ventajoso, no con lo que nos obstaculize.

Y bien, pase lo que pase, hay que seguir adelante.

Los nómadas lo sabemos bien: cuanto menos equipaje, mejor.

El recuerdo es un pesado equipaje.

Tan pesado y peligroso como lo era el Arca de la Alianza.

Es el recuerdo lo que llevan transportando los judíos desde los más remotos tiempos.

Y ¡oh sí!

Ellos también han intentado olvidar ¿qué se creen?

Tantas veces que ya han perdido la cuenta.

A veces abandonan su memoria histórica aquí y allá, como si de una billetera se tratara, a ver si cuela.
Pero al contrario de lo que ha sucedido con el Arca, que ya nadie sabe dónde está, a los judíos israelíes siempre les es devuelta su memoria. A veces de buena fe; a veces rota y sucia y en ese caso - ¡qué remedio!- hay que limpiar la billetera y rellenarla de nuevo.
Es justamente esa memoria, creo yo,  su memoria – y no el miedo – lo que ha llevado a Israel a votar nuevamente a Netanyahu. 

¿Aislamiento internacional, dicen los periodistas? ¿Cuándo no han estado los judíos solos? Israel no se constituyó como plataforma internacional sino como refugio para el pueblo hebreo. Los que allí fueron no iban pensando en establecer contactos con el exterior, ni siquiera con los que les rodeaban. Lo que querían era poder descansar y que de una vez por todas les dejaran en paz. Para eso necesitaban una patria a la que poder llamar suya. Igual que el hombre que quiere un trozo de tierra al que poder considerar propio. Sí, claro, uno ha sufrido tantas atrocidades que cuando llega a un nuevo lugar, lo último en lo que piensa es en los problemas que puedan surgir con los vecinos. 
Pero los problemas surgen.

¿Disgregación interna? “Cinco judíos, cinco opiniones”, suele decirse. La vida en los guetos nunca fue fácil. No sólo por las amenazas del exterior. Los hombres nunca son santos; las luchas de poder, la divergencia de opiniones, las rencillas, las envidias están presentes en cualquier sociedad. También en los guetos. Sólo que allí los conflictos se hacen más visibles, más presentes. Difícilmente puede uno decir “me marcho”. Ni siquiera la conversión le libra a uno de ser lo que es. Hacen falta para eso muchas generaciones. La comunicación es siempre necesaria, imprescindible. Al final lo que nace es una cultura que tiene que hacer malabarismos para no autodestruirse.

¿Miedo? ¿Miedo a qué? ¿Qué es lo que todavía no les ha pasado?

No. Unos hombres que llevan tanto tiempo luchando por sus vidas, mucho antes de que Israel fuera Israel, tienen tiempo para pensar cómo quieren vivir y – sobre todo- cómo quieren morir. La crisis económica, el hedonismo, la ciencia... son sólo diferentes modos y maneras de considerar ese “Cómo”, que es lo realmente importante.

Los israelíes han decidido cómo quieren vivir y cómo quieren morir. Y la respuesta a esa pregunta es que lo quieren hacer de pie. Lo que dicho vulgarmente significa que quieren vivir y quieren morir cómo a ellos les da la real gana, le pese a quien le pese.

Los israelíes han votado a Netanyahu porque han decidido que vivirán o morirán pero vivirán o morirán sin concesiones, radicalmente.

Isabel Viñado Gascón